Chorreras de San Mamés

Post que nos envía un Trekkappero para que le publiquemos en nuestro blog.

Si quieres ver aquí tu post de una ruta Trekkapp que hayas hecho envíanos texto y fotografías que quieras que incluyamos a info@trekkapp.com e indícanos si quieres que aparezcan tus datos o no.

No muy lejos de Madrid, cerquita del Parque Nacional del Guadarrama, habíamos oído hablar de las Chorreras de San Mamés, en la zona de Lozoya, así que cuando ayer la vimos publicada en Trekkapp decidimos descargarla y coger la mochila, las botas y nuestra tablet con la ruta descargada y esta mañana temprano salimos para allá.

Como no teníamos muy claro cómo llegar, le dimos al botón de cómo llegar en la aplicación que nos llevó hasta el mismísimo aparcamiento del pueblo de San Mamés.

Al salir del aparcamiento torcemos a la izquierda en dirección al pueblo y en el cruce, a la derecha atravesando San Mamés hasta llegar a su iglesia en la que destacan el ábside románico mudéjar y la espadaña triangular con tres huecos.

A partir de aquí cruzamos la carretera y empezamos por un camino de tierra que nos va a llevar primero a una quesería y después poco a poco empezar a subir, cosa que no dejaremos de hacer en ningún momento aunque es una subida suave y se lleva bien.

La verdad que la ruta no tiene pérdida, la primera parte de la ruta no tiene aparentemente demasiado atractivo pero gracias a la aplicación nos fijamos en cosas como la geología de granito, los lagartos verdinegros Lacerta schreiberi.

También nos permitió conocer especies de aves como el carbonero garrapinos, el común o el herrerillo común, conocer las características del roble melojo y diferenciar un fresno de hoja estrecha de uno de hoja ancha.

Fue todo un descubrimiento y al final ver el agua caer en la cascada todo un premio y las vistas hacia el valle de Lozoya y toda la zona por la que habíamos subido y por la que debíamos volver a bajar.

Totalmente recomendable.

Un Capricho de paseo

En ocasiones parece que hacer senderismo en la naturaleza supone hacer muchos kilómetros buscando lugares recónditos y llenos de naturaleza pero nada más lejos de la realidad. 

Para nuestra primera entrada en este blog vamos a comenzar por un sencillo paseo urbano, sí sí urbano, nada más y nada menos que en el centro de Madrid, en la zona de la Alameda de Osuna. Allí se encuentra el Jardín Histórico del Capricho, una extensión de unas 14 hectáreas repletas de naturaleza, en la que podremos aprender algunas de las cosas que después veremos en otras rutas.

Hemos hecho la visita con Trekkapp una aplicación de senderismo gratuita que tenemos en nuestro móvil, que nos guía por las rutas y nos va explicando lo que vemos sin necesidad de cobertura 3G y que nos descargamos de aquí. Está disponible en Español, Inglés y Francés. De ella son nuestras capturas de pantalla, era más fácil esto que hacer nosotros las fotos.

Una vez entramos por el camino principal si seguimos en línea recta lo primero que encontramos es un paseo entre robles carbayos. Este roble, que puede tener un porte majestuoso es la especie más abundante entre el nivel del mar y los 500 metros en la España Atlántica, así como en otras zonas de Europa. Con una madera de gran calidad llegaron a usarse sus bellotas en el pasado para hacer pan amargo.

Un poco más adelante llegamos a la plaza de los emperadores, rodeada de esculturas y con unos preciosos Jardines barrocos franceses a la parte de abajo que extienden los jardines hasta llegar al muro de la calle.

Sin duda pasear por aquí nos hace olvidarnos de que estamos en Madrid, el hecho de que abra sólo fines de semana para un máximo de 1000 personas a la vez y esté prohibido tener comida dentro ayuda a disfrutarlo mucho mejor. 

Trekkapp nos sigue guiando por el pasillo principal hasta el Palacete que perteneció a la duquesa de Osuna, rodeado de Castaños de indias también conocidos como castañas locas por la toxicidad de las mismas, que nada tienen que ver con las que comemos en cualquier puesto de la ciudad.

Y para calmar esta locura, nada mejor que un trago de la fuente a la sombra de unos grandes tilos, cuya flor seguro que haría ese efecto en una buena infusión.

Sin duda un paseo como este en un jardín de estas características no podría estar completo sin especies exóticas tan llamativas como el Gingko biloba al que también nos lleva esta aplicación y que nos cuenta que es la especie viva más antigua sobre la tierra con unos 200 millones de años, todo un fósil viviente.

Una de las cosas buenas de un Jardín como este es que también representa especies autóctonas como el fresno de hoja estrecha, presente en zonas frescas y ríos de ambiente mediterráneo o arbustos como el espino blanco o las hiedras que hacen un precioso tapiz en los taludes del cauce del arroyo.

Pero ¿qué sería de un Jardín de estas características sin un estanque con sus especies de aves acuáticas como Ánade real y Gallineta? Sin duda lo tiene y los canales de agua que entran o salen de él y delimitan zonas anexas son también un buen aliciente para perderse por alguno de sus rincones, refugiados algunos de ellos por especies como el aladierno. 

Este Jardín era como una miniciudad o minipueblo en sí mismo y tenía su propio casino de baile donde la nobleza acudía a sus fiestas que hoy en día tiene una preciosa explanada con un mosaico de cuidadas flores que dan colorido a este precioso jardín romántico.

Recomendamos su visita que es gratuita y mejor si además lo hacemos con esta aplicación que nos irá explicando diferentes aspectos del jardín.

Si quieres ver aquí tu post de una ruta Trekkapp que hayas hecho envíanos texto y fotografías que quieras que incluyamos a info@trekkapp.com e indícanos si quieres que aparezcan tus datos o no.